Las propiedades de las sustancias son de dos tipos: generales y específicas.
Propiedades generales
No tienen un valor determinado para cada sustancia y, por lo tanto, no permiten identificar a las sustancias. Ejemplos: volumen, masa, peso.
El volumen es el espacio que ocupa un objeto o sustancia. Se mide comúnmente en litros (L) o mililitros (mL) = centímetros cúbicos (cm3 ).
La masa es la cantidad de materia que tiene un objeto o sustancia. Se mide comúnmente en gramos (g), kilogramos (Kg) o miligramos (mg).
El peso es la fuerza con la que un objeto o sustancia es atraído por la Tierra. Lo correcto es medirlo en newtons (N) o dinas (din). Sin embargo, se mide comúnmente en gramos (g), kilogramos (Kg) o miligramos (mg).
Propiedades específicas
Tienen un valor determinado para cada sustancia y, por lo tanto, permiten identificar a las sustancias. Ejemplos: densidad, punto ebullición, punto de fusión.
La densidad es la relación de la masa de un objeto o sustancia entre su volumen. Se mide comúnmente en g/mL = g/cm3 . Cada sustancia tiene una densidad específica que permite distinguirla de las demás. Ejemplos:
El punto de ebullición es la temperatura a la cual un líquido cambia al estado de vapor en todo su volumen (hierve). Se mide comúnmente en grados centígrados (oC). Cada sustancia tiene un punto de ebullición específico que permite distinguirla de las demás. Ejemplos:
El punto de fusión es la temperatura a la cual un sólido cambia al estado líquido (se funde). Se mide comúnmente en grados centígrados (oC). Cada sustancia tiene un punto de fusión específico que permite distinguirla de las demás. Ejemplos: